Explicación
de la técnica empleada:
El carboncillo, usado para dibujar desde la antigüedad,
se obtiene quemando ramas pequeñas de madera, por lo general de viña o de
sauce. Su polvo es muy inestable; esto representa una gran cualidad, es muy
fácilmente manipulable y permite la realización de degradados tonales con un
simple frotado de dedo, trapo o difumino.
En el siglo XVI, cuando se empezaron a usar sustancias
fijadoras, el carboncillo sobre el papel blanco y azulado era el medio favorito
de algunos pintores venecianos como Tiziano y Tintoretto, mientras Guercino era
un entusiasta del carboncillo bañado con aceite de linaza, con el que se
conseguía un negro más intenso y estable.
Proceso
secuencial seguido:
A partir de una fotografía de un perro y un gato, empecé
a trazar líneas principales de la cara y el cuerpo con un lápiz de carboncillo
en un papel de dibujo A3. Luego fui añadiendo cada vez más detalles y
definiéndolos hasta obtener el resultado de la foto final.
Material
utilizado:



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